Costumbres

Zaruma es un espacio pluridimensional, con una identidad singular, un espacio organizativo y simbólico. Rememoramos a nuestra ciudad, más allá de las construcciones, desde la óptica del recuerdo, de la trama social, por los olores, sabores e imágenes del colectivo social.

Rememorar el ayer de Zaruma, nos trae a la mente y corazón, costumbres, tradiciones, su gente, sus casas, su vivir, historia, folklor, los faroles, los modismos, citaremos algunos.

En el año 1921, se inauguró el servicio de alumbrado público en un Zaruma con 154 viviendas: unas vistosas, con balcones y ventanas con adornos de bellas labores, celosías, paredes de bahareque.  En la parte de atrás un patio con bodega para leña y un amarradero para mulares, también jardines y tabanques con macetas con hermosas flores;  en los portales con faroles, que el sereno encendía a las  6 de la tarde y apagaba a las once de la noche, que además recorría las callejuelas para dar la señal a cada hora.

La recolección de basura se la realizaba en mulares de propiedad del Municipio, con dos cajones grandes que se sujetaban a lado y lado de los animales.

A comienzo del siglo XX, la feria de Zaruma, en la Plaza (hoy parque) constituía un enjambre humano: los campesinos con los productos de la zona, bajo toldas vendían arroz, sango, papa china, chuno, azúcar criollo, panela.  En la feria del domingo cada quien lleva la tradicional “alforja” , las talegas y el gancho para la carne. El chaso, como personaje relevante, los hombres de sombrero, poncho y sandalias que llegaban con sus quesos, desde San Fernando.  Avanzada la mañana, la banda deleitaba con su música a la gente que copaba la plaza.

La Serenata

Fue parte de una época romántica en la vida zarumeña nocturna, los jóvenes enamorados escuchaban música, utilizaban guitarras y cantantes para expresar su amor a sus enamoradas frente a los balcones engalanados con hermosas y multicolores macetas.

Los Baños

Se cuenta que los zarumeños se bañaban una vez por semana, ya que no había agua potable y se compraba el preciado líquido por barriles al “aguador”. Tenían la costumbre de tomar el baño semanal en sitios como: quebrada de Zaruma Urcu, Batea Rumi, El Chorrillo de Juan Gómez.  Acción previa para togarse el domingo.

La bajada del pantalón

Los jóvenes de 16 a 20 años, utilizaban pantalón alto, y la bajada o alargada del mismo, era motivo de celebración, porque el muchacho se había transformado en hombre.